La Patria según el diario El Día de la ciudad de La Plata, 1943-1976

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Eje temático: Memoria, historia y olvido: la especificidad del relato histórico y su relación con la construcción de la memoria individual y colectiva.

             En el Preámbulo de una de sus obras, Paul Ricoeur manifestaba sus variadas preocupaciones intelectuales entre las cuales se encontraba una de índole pública, a saber: “el inquietante espectáculo que dan el exceso de memoria aquí, el exceso de olvido allá, por no hablar de la influencia de las conmemoraciones y de los abusos de memoria -y de olvido-. En este sentido, la idea de una política de la justa memoria…” decía, era uno de sus “temas cívicos reconocidos”.[1] La larga cita del autor obedece al hecho de compartir su preocupación. Este estudio forma parte de una investigación más amplia, inserta en un proyecto de largo alcance desarrollado por un equipo interdisciplinario.[2] En particular, en este avance se aborda la cuestión de la conmemoración de la revolución de mayo de 1810 ocurrida en Buenos Aires a través de las editoriales del diario El Día de la ciudad de La Plata para el período comprendido entre 1943 y 1976.

            Dicho período comienza en un momento de inestabilidad política, dado que en mayo de 1943, el Presidente de la Nación Ramón Castillo, y el Vice Gobernador Eduardo Míguez -que se hallaba al frente del gobierno de la Provincia de Buenos Aires- se encontraban a escasos días de ser derrocados por un golpe militar. Son los años caracterizados por el surgimiento del peronismo y el inicio de una estabilidad política que sólo llegará hasta septiembre de 1955. El período de estudio concluye en el momento que se produjo el golpe militar que estableció la dictadura más cruel que haya conocido la Argentina del siglo XX. Durante esas décadas nunca dejó de conmemorarse revolución del 25 de mayo de 1810 por ser considerado un acto fundante de la nación argentina.

            El diario El Día estuvo presente en todas las oportunidades conmemorativas, ya sea cubriendo los actos oficiales, transcribiendo los discursos de los mandatarios, o informando sobre los encuentros barriales, etc.[3] En esta ocasión, nos ocupamos del discurso de todas las editoriales del diario de las citadas décadas referidas a la revolución de mayo, con el propósito de observar la manera de argumentar -sobre todo los abusos y los olvidos de la memoria- una narración que tuvo un anclaje en la realidad histórica política que se vivía. De este modo, se intenta mostrar la formas en que el discurso mediático puede influir en la construcción de una manera de concebir la revolución, la historia, la política, etc., en los potenciales lectores.