Elementos para una ética de la ipseidad en Paul Ricoeur

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Paul Ricoeur, a través de su clásica distinción entre la identidad entendida como ipse y como idem, desarrolla lo que bien podríamos llamar una fenomenología de la ipseidad. Si entendemos la ipseidad como la afirmación del sí en el tiempo, esta fenomenología se expresa en algunos actos del sí donde la ipseidad se manifiesta en forma privilegiada, a saber, la memoria, la promesa y el perdón.

Precisamente estas tres “instancias fenomenológicas” son las que a su vez nos pueden dar la clave para una ética de la ipseidad. Estas instancias no solo nos muestra un sí que se esfuerza por afirmase a sí mismo y que a través de aquellos y otros actos se constituye, sino también esta fenomenología nos muestra la deseabilidad de aquella afirmación de sí. No solo el sí se constituye a sí mismo cuando promete, cuando recuerda o cuando perdona, sino que aquellos actos tienen una connotación ética: la constitución de la ipseidad a través de estos actos es algo deseable. Dicho en otra manera, somos un mejor sí en la medida que logramos constituirnos como tales, en la medida que logramos afirmar nuestra ipseidad.

En mi presentación sostendré que esta ética de la ipseidad se puede entender en la tradición de las éticas del cuidado, en la medida que implica un ejercicio del cuidado del sí sobre sí mismo, especialmente frente al poder disolvente de la temporalidad.

Esta ética de la ipseidad, si bien tiene rasgos de una ética de la autenticidad (en la medida que la  afirmación de sí es un esfuerzo de individuación, de distinguirme de la masa) al mismo tiempo no puede ser separada de una ética de la respuesta toda vez que la afirmación de sí siempre es precedida por una conminación.